Hola, mi hijo tiene 13 meses y todavía no camina. No hubo complicaciones durante el parto, no surgieron anomalías de crecimiento en las visitas de seguimiento con el pediatra, pero mi bebé sigue sentado y no camina.
¿Tengo que preocuparme y qué puedo hacer para ayudarlo?
Buenos días. Excluyendo patologías graves, que habrían sido identificadas al nacer o por el pediatra, para las que deberíamos hacer una discusión aparte, podríamos decir en parte que cada niño tiene sus propios tiempos de desarrollo.
En parte porque tenemos que tener en cuenta dos aspectos.
El primer aspecto es que por un lado podemos estar seguros de que a los 13 meses todavía hay margen para el desarrollo del viaje autónomo.
Por otro lado, sin embargo, debemos tener en cuenta las «ventanas de tiempo» durante las cuales debe desarrollarse una competencia.
El camino autónomo se adquiere generalmente en la «ventana de tiempo» que va de 10 a 18 meses.
Así que no se preocupe demasiado si no ha alcanzado el camino a los 13 meses; sin embargo, mantener al niño controlado, obviamente sin llegar a los 18 meses en ausencia de esta competencia, posiblemente teniendo que proceder a tiempo con una visita al especialista.
Mientras tanto, le sugiero que observe al niño para comprender qué habilidades neuromotoras ha adquirido.
Entonces podemos preguntarnos si el bebé es capaz de rodar, gatear o gatear.
O incluso si es capaz de mantener la posición sentada, a cuatro patas y de rodillas de forma autónoma y estable.
También podemos observar los llamados «pasajes posturales»: es decir, todos aquellos movimientos que permiten al niño pasar de una posición a otra de forma funcional y fluida.
Ejemplos de pasos posturales son desde sentarse a acostarse (tanto en decúbito prono como en decúbito supino) y viceversa o intentos de ponerse de rodillas, para posicionarse de pie facilitándose con apoyos frontales como sillas o el sofá.
Estos son solo algunos aspectos a observar para comprender si el niño aún está progresando en el desarrollo motor o si ya se observan dificultades neuromotoras.
Sin embargo, a los 13 meses, esperamos un bebé que haya desarrollado estrategias de locomoción autónoma y que sea capaz de cambiar la posición de su cuerpo con facilidad.
Y eso sí, le aconsejo que proceda con una evaluación neuropsicomotora para identificar problemas críticos y posiblemente encontrar estrategias y actividades para estimular al niño en el uso de las habilidades motoras.