El 11 de octubre, de cada año, se celebra el Día Internacional de la Niña, cuya finalidad es destacar y abordar las necesidades y desafíos que cada niña enfrenta, y también para promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.
Esta es una conmemoración, donde la UNICEF y sus aliados se dedican a trabajar con las niñas con el objetivo de diseñar y poner en marcha una campaña de promoción durante cada año, que guarde relación con las inequidades de género que afectan sus vidas y con reivindicaciones relacionadas con la igualdad de oportunidades.
En estos tiempo se enfrenta la crisis generada por la COVID-19, ante lo cual se ha aprovechado la oportunidad para reinventar un mundo mejor que tome inspiración en las niñas adolescentes, para ello se están difundiendo sus voces y sus soluciones bajo el lema de “Mi voz, nuestro futuro igualitario”.
Importancia del Día de la niña
El Día Internacional de la Niña durante el 2020 cobró importancia añadida ya que fue un momento clave para la activación del nuevo movimiento mundial denominado Generación Igualdad, esta es una innovadora plataforma de promoción y acción de múltiples aliados para una intervención audaz en pro de la igualdad entre los géneros.
En la actualidad, las niñas se mantienen encabezando iniciativas con las que se abordan problemas como el cambio climático, el matrimonio infantil y las uniones tempranas, la injusticia racial, la mutilación genital femenina, el acceso a la educación sobre salud sexual y reproductiva, la desigualdad en materia de formación y competencias, y la salud mental.
Las niñas requieren de modelos de conducta, sobre todo que sean promovidos en la publicidad y en los medios de comunicación; una imagen positiva de las niñas y las mujeres, libre de estereotipos perjudiciales en todas las intersecciones como, por ejemplo: de género, raza y discapacidad.
En la actualidad, aún deben enfrentar grandes desigualdades a fin de poder obtener la educación y las habilidades que necesitan y poder competir dentro de un panorama laboral constantemente cambiante. Se hace preciso reforzar el proceso generacional de formación, desde el aprendizaje de las niñas hasta la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral, siempre abordando la brecha digital.
Cerca de 335 millones de niñas asisten a escuelas primarias y secundarias en donde se carece de instalaciones básicas para la higiene personal. Incluso, si llegan a existir dichas instalaciones sanitarias específicas para cada sexo, el acceso y la inclusión de las niñas con discapacidad no se encuentra garantizado.
En el caso de las niñas adolescentes, estas exigen que no sea un sueño inalcanzable el hecho de poder gozar de una vida libre de violencia dentro y fuera de su hogar.
En los esfuerzos que se han venido realizando en el contexto de la COVID-19 con la finalidad de reconstruir de mejor manera los sistemas escolares, deben abordar la violencia contra las niñas dentro y fuera de las aulas y en las plataformas de aprendizaje digital. Las niñas presentan más probabilidades de sufrir acoso y abuso verbal y sexual.
Trece millones de niñas de entre 15 y 19 años han sido víctimas de una violación en algún momento de su vida. Si temen por su seguridad, las niñas no pueden alcanzar el pleno desarrollo de sus posibilidades, y el miedo las disuade de proseguir su educación, de incorporarse al mundo laboral y de aprovechar otras oportunidades sociales y políticas.