Muy seguido, las personas recomiendan o buscan respuestas en referencia a la alimentación de sus hijos en otras personas. No obstante, es de suma importancia saber que cada bebé presenta necesidades concretas que están en función a su evolución, peso y talla.
De tal manera, que en lo que se relaciona con la alimentación, hay que seguir siempre las instrucciones que brinda el pediatra, pues éste dará los consejos e indicaciones que son precisas de acuerdo a la demanda que tenga el pequeño.
El bebé suele crecer bastante deprisa y cuando te das cuenta, ha llegado el momento de introducir los cereales en su alimentación. Dicho cambio suele darse entre los cuatro y los seis meses de edad, pues es en ese momento en que su sistema digestivo se encuentra preparado para dar inicio a su alimentación complementaria.
La ESPGHAN (Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica) ha definido a la alimentación complementaria como un proceso en el que le son ofrecidos alimentos sólidos o líquidos que son diferentes de la leche materna o de la fórmula infantil a un niño, y esta funciona como complemento y no como sustitución de la misma.
Es sabido que los cereales contribuyen al aporte energético, además de ser fuente de proteínas, minerales, vitaminas, ácidos grasos esenciales e hidratos de carbono de absorción lenta, y es por ello que le permite un espaciado en sus tomas.
Edad para darle cereales al bebé
Es justo, una vez que ha llegado a los 6 meses. Si bien la leche materna y las fórmulas infantiles cumplen con la función de cubrir todas las necesidades nutricionales del bebé hasta esta edad, al momento de introducir alimentos sólidos, estos satisfacen las necesidades cambiantes de los pequeños.
Los cereales infantiles han sido enriquecidos con hierro, zinc y vitaminas A y C. No obstante, dicho argumento de salud tan solo es marketing, y ello se debe a que, hasta los 6 meses las necesidades de los niños se encuentran cubiertas gracias a la ingesta de la leche, siendo a partir de entonces, que una dieta variada y además adaptada a su edad resulta suficiente para cubrir los nutrientes que requiere.
Durante su primer año de edad, los cereales para bebés deben ser ofrecidos al lactante añadidos a la fórmula láctea que se encuentre consumiendo. También es posible que nos encontremos con algunos pediatras que recomiendan iniciar la introducción de cereales sin gluten como el arroz, el maíz o la soja.
Y una vez que ya estés seguro de que son tolerados, se introducen cereales con gluten como el trigo, la cebada, el centeno, la avena. De esta forma, se evitan posibles reacciones que son severas y a edades muy tempranas .
De acuerdo al comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN), se puede comenzar a introducir la alimentación complementaria una vez que los bebés han llegado a los cuatro meses. Pero hay que valorar cada caso con la ayuda de un experto en nutrición infantil.
De acuerdo al gusto de cada pequeño, se le puede suministrar con cuchara o con biberón, ya que todo va a depender de la facilidad con la que coma, y esto se debe a que algunos niños llegan a notar mucha diferencia cuando se les pasa a la cuchara y podrían rechazarlo.
Cambios que experimenta un bebé cuando se le comienza a dar cereales
Ante la introducción de cereales, es posible que el pequeño no haga sus necesidades con la misma regularidad con que lo hacía cuando solo tomaba leche materna o de fórmula, para ello hay que proporcionarles cereales que sean ricos en fibra y proteínas ya que estos pueden ayudar con sus problemas de estreñimiento.
Esto es algo nuevo que están descubriendo por primera vez, y en tal sentido, puede que se trate de una transición lenta, y que necesite tiempo para acostumbrarse. También es posible que notes que se sacia más rápido y que reduce su número de tomas. El bebé contará con la energía adecuada para poder realizar todas sus actividades diarias.
Cambiar la textura y el sabor le facilita la aceptación del resto de alimentos que paulatinamente le llegarán, por lo que no será su primera experiencia con la cuchara.
Al momento de la preparación de los cereales, lo recomendable es seguir las indicaciones del pediatra, aunque también se puede consultar la tabla de dosificación que se especifica en la caja y nunca añadir sal o azúcar.
Este es un momento en el que se debe poner en práctica los buenos hábitos debido a que una buena alimentación va a marcar su salud en el futuro.
Cereales que se le pueden dar al bebé
Llegados los 6 meses, se les puede comenzar a dar cereales sin gluten ya que estos son los mejor aceptados por su sistema digestivo, y es partir de los 7 meses que se les ofrecen los cereales con gluten.
Principales cereales sin gluten que pueden usarse en las papillas sin gluten:
- Arroz
- Maiz
- Avena
- Sorgo y mijo (menos habituales en nuestra cultura occidental)
- Quinoa (no es realmente un cereal, pero se usa como tal)
A partir de los 7 meses los bebés ya puede digerir el gluten y podrá probar sus papillas con:
- Trigo
- Cebada
- Centeno
Cereales para los bebés de 4 meses
Inicialmente no es recomendable, a menos que sea sugerido directamente por el médico o pediatra. Nunca faltará la abuela que señala que en sus tiempos se les daba papillas a partir de los 4 meses, o que el bebé con solo la leche pasa hambre, pero esto no es cierto.
Gracias a los últimos estudios médicos que se han realizado, las recomendaciones han sido ajustadas por lo que se sabe que hasta los 6 meses las necesidades del bebé se encuentran cubiertas con la leche.
Así mismo, se puede presentar un riesgo de alergia muy elevado si le son introducidos nuevos alimentos antes de que sea el momento, ya que a esta edad aún no ha madurado por completo el sistema digestivo, además del renal, nervioso e inmunológico de un bebé.